Encuentro muy interesante el enfoque del tema que propones, sobre todo por la calificación del jardín como "...poder controlado de la naturaleza".
En mi opinión esta calificación es importante. Se distingue conceptualmente al jardín, frente a la naturaleza. Son conceptos que con demasiada frecuencia se confunden. En especial en el mundo político que nos rodea y que nos acaba afectando a los que de una manera u otra desarrollamos nuestra profesión en nuestro ámbito, en su sentido más amplio.
Y es que los jardines no son "la naturaleza". Los jardines son un artificio del ser humano. Y este, para su creación, toma elementos de la naturaleza, tanto vivos como muertos. En tanto que artificio humano, es este quien decide el equilibrio del jardín a lo largo de su vida. Equilibrio que deberá mantener con las operaciones y trabajos de gestión y conservación que estime conveniente para ello.
De abandonarse el jardín, este perderá el equilibrio del humano creador y evolucionará de una manera distinta, impredecible, hasta alcanzar otro equilibrio. De él, por lo general se ignora todo, sin que se pueda saber a ciencia cierta si le conviene al ser humano creador. Por mi experiencia, en general no suele convenirle.